martes, 21 de mayo de 2013

martes, 30 de abril de 2013

Marga Gil Rösset

Una bella imagen de Marga Gil Rösset

I
SIESTA

¡Qué solo suene el tiempo rojo y verde
contra tu comenzada ausencia eterna!

¡En qué arrinconamiento quemado nos dejaste
la superficie material sin tu presencia!

Te llevaste contigo a tu más ser
la identidad de nuestro azul,
la instalación desnuda del anhelo,
el fervor amplio de la estación plena.

(Estoy viendo ascender la rosa que dijiste,
caliente, entre la luz mayor y, a un tiempo, fresca.

Verano y sol aquí encima, sin ti.
un eco frío y una pompa seca.)

Ahora será, otra vez primaveral, debajo,
a tu apretado alrededor, tu hora entera.

Hora con radios de tu corazón

centro parado en floración suprema.

(Juan Ramón Jiménez) 

En:  http://perso.wanadoo.es/margaroesset/foto0.htm

lunes, 12 de noviembre de 2012

Sembré mango y salió parchita


 Algo que me pasa con frecuencia




En la biblioteca central de la LMU, !apuntes de un estudiante de derecho en la clase de derecho matrimonial!

En la explicación dice: "Im Rahmen der Vorlesung zum Eherecht scheint sich der Jurastudent Max K. zu Beginn des 20. Jahrhunderts nicht nur für die juristischen Aspekte der Thematik interessiert zu haben. - Vorlesungsmitschrift zu Kirchenrecht und Eherecht, 1902/03 (Universitätsbibliotek)"

domingo, 27 de mayo de 2012

"Alivia a minha alma, faze com que eu sinta que Tua mão está dada à minha, faze com que eu sinta que a morte não existe porque na verdade já estamos na eternidade, faze com que eu sinta que amar é não morrer, que a entrega de si mesmo não significa a morte, faze com que eu sinta uma alegria modesta e diária, faze com que eu não Te indague demais, porque a resposta seria tão misteriosa quanto a pergunta, faze com que me lembre de que também não há explicação porque um filho quer o beijo de sua mãe e no entanto ele quer e no entanto o beijo é perfeito, faze com que eu receba o mundo sem receio, pois para esse mundo incompreensível eu fui criada e eu mesma também incompreensível, então é que há uma conexão entre esse mistério do mundo e o nosso, mas essa conexão não é clara para nós enquanto quisermos entendê-la, abençoa-me para eu viva com alegria o pão que eu como, o sono que durmo, faze com que eu tenha caridade por mim mesma, pois senão não poderei sentir que Deus me amou, faze com que eu perca o pudor de desejar que na hora de minha morte haja uma mão humana amada para apertar a minha, amém." Clarice Lispector

Casa de Samsa

La Casa de Greogorio Samsa dibujada por Nabokov. En: Architektur wie sie im Bücher steht


Un cuento de Kafka sobre el volver a casa:




Heimkehr

Ich bin zurückgekehrt, ich habe den Flur durchschritten und blicke mich um. Es ist meines Vaters alter Hof. Die Pfütze in der Mitte. Altes, unbrauchbares Gerät, ineinander verfahren, verstellt den Weg zur Bodentreppe. Die Katze lauert auf dem Geländer. Ein zerrissenes Tuch, einmal im Spiel um eine Stange gewunden, hebt sich im Wind. Ich bin angekommen. Wer wird mich empfangen? Wer wartet hinter der Tür der Küche? Rauch kommt aus dem Schornstein, der Kaffee zum Abendessen wird gekocht. Ist dir heimlich, fühlst du dich zu Hause? Ich weiß es nicht, ich bin sehr unsicher. Meines Vaters Haus ist es, aber kalt steht Stück neben Stück, als wäre jedes mit seinen eigenen Angelegenheiten beschäftigt, die ich teils vergessen habe, teils niemals kannte. Was kann ich ihnen nützen, was bin ich ihnen und sei ich auch des Vaters, des alten Landwirts Sohn. Und ich wage nicht, an der Küchentür zu klopfen, nur von der Ferne horche ich, nur von der Ferne horche ich stehend, nicht so, daß ich als Horcher überrascht werden könnte. Und weil ich von der Ferne horche, erhorche ich nichts, nur einen leichten Uhrenschlag höre ich oder glaube ihn vielleicht nur zu hören, herüber aus den Kindertagen. Was sonst in der Küche geschieht, ist das Geheimnis der dort Sitzenden, das sie vor mir wahren. Je länger man vor der Tür zögert, desto fremder wird man. Wie wäre es, wenn jetzt jemand die Tür öffnete und mich etwas fragte. Wäre ich dann nicht selbst wie einer, der sein Geheimnis wahren will.

REGRESO AL HOGAR

He regresado, atravesado el zaguán y miro en torno. Es el viejo cortijo de mi padre. El charco en el medio. Objetos viejos e inservibles entremezclados cierran el paso hacia la escalera del granero. El gato acecha desde la baranda. Un trapo desgarrado, atado alguna vez a una barra para jugar, se agita al viento. He llegado. ¿Quién me recibirá? ¿Quién espera detrás de la puerta de la cocina? La chimenea humea, están preparando el café para la cena. ¿Sientes la intimidad, te encuentras como en tu casa? No lo sé, estoy muy inseguro. Es la casa de mi padre, pero todos están el uno junto al otro, fríamente, como si estuviesen ocupados en sus propios asuntos, que en parte he olvidado y en parte no he conocido jamás. ¿De qué puedo servirles, qué soy para ellos, aun siendo el hijo del padre, el hijo del viejo propietario rural? Y no me atrevo a llamar a la puerta de la cocina, y sólo escucho desde lejos, sólo desde lejos escucho, tenso sobre mis pies, pero de manera tal que no me puedan sorprender escuchando. Y porque escucho desde lejos no oigo nada, salvo una leve campanada de reloj, que oigo o que quizás sólo creo oír, llegándome desde los días de la infancia. Lo demás que ocurre en la cocina es un secreto que los que allí están sentados me ocultan. Cuanto más se titubea ante la puerta, más extraño se siente uno. ¿Qué tal si ahora alguien la abriese y me hiciese una pregunta? ¿Acaso yo mismo no estaría entonces como alguien que quiere ocultar su secreto?

jueves, 9 de febrero de 2012